Por supuesto, hay muchos hábitos erróneos que están presentes en la rutina de hombres y mujeres. Partiendo por la mañana, sabemos que el desayuno es una comida que no debe saltarse, y de ahí en adelante hay muchas costumbres que debiéramos respetar y no lo hacemos.
Cuando anochece, es peor. Es sabido que no se debe comer muy tarde, pero acá te contamos por qué y cuáles son los otros malos hábitos que debes eliminar para cuidar tu figura.
No dormir lo suficiente
La mayoría sabemos que no dormir bien es perjudicial para tu peso. Si el cuerpo no descansa las horas necesarias, da más hambre y aumenta el cortisol, que hace que tu metabolismo sea más lento y te provoca cansancio. Eso probablemente disminuya tus ganas de hacer ejercicio.
Dormirse muy tarde
Acostarte después de la una de la madrugada te hace engordar, pues no es el ciclo natural del cuerpo. Esto se debe a que sentirás hambre durante esas horas que no estás descansando.
Usar el computador o celular
Si quieres distraerte en la noche, mejor que sea con un libro. Evita los aparatos electrónicos. La luz y las ondas de radiofrecuencia que emiten alteran el sueño, y eso afectará tu metabolismo.
No cenar
Saltarte la última comida es perjudicial para tu metabolismo, pues lo ralentiza y provoca más hambre de lo habitual. Esto causa ansiedad y pérdida de musculatura.
Beber alcohol o café
Ambas bebidas tienen muchas calorías y no te dejarán conciliar el sueño.
Comer mucho en la cena
Si comes mucho, la digestión se vuelve más lenta. Además, cenar con distracciones como la televisión hace que ingieras más alimentos de los que son necesarios.
Cenar comida picante o frituras
Consumir comida picante puede provocar mala digestión y ardor estomacal que no te dejarán dormir bien. Además, el consumo de frituras durante la noche aporta calorías que no se consumirán mientras duermes. Así, aumentas el nivel de grasa en tu cuerpo y no concilias el sueño con facilidad.
Cenar carbohidratos, cereales y postres
Estos alimentos te en específico te aportan energía que no gastarás durmiendo. Contienen muchos azúcares refinados que deben eliminarse. Además, estas sustancias propician la acumulación de las células grasas.
Comer después de haber cenado
Cuando haces eso, estás ingiriendo más calorías de las que necesitas y evidentemente no podrás eliminarlas. Por otro lado, esa energía que recibes por el consumo de alimentos no te permitirá descansar bien.
Ir a dormir luego de cenar
Ir a la cama después de comer no permite a tu metabolismo trabajar de manera correcta. Eso afecta a tu digestión e incentiva la acumulación de grasas.